Las ventanas de PVC son muy demandadas. Tienen excelentes propiedades aislantes, ofreciendo un buen aislamiento térmico, acústico y contra la contaminación exterior. También destacan por su seguridad, ya que algunos perfiles de PVC incorporan refuerzos de acero galvanizado y herrajes adecuados. Según el IDAE, una ventana de PVC con un buen acristalamiento reduce las pérdidas de energía hasta en un 70%.
Tienen una larga vida útil de alrededor de 50 años y no precisan mantenimiento. No se debe olvidar el tipo de vivienda, su orientación y la climatología al elegir la ventana.
Las ventanas de PVC se fabrican a medida para encajar en forma y tamaño, ofreciendo variedad en el acabado (colores lisos, metalizados, efecto madera, etc.). Además, es posible escoger dos colores: uno para la cara interior y otro para la exterior.
La durabilidad del aluminio es notable. Es fuerte, resistente a la corrosión y tiene una vida útil superior a otros materiales. No se hincha ni se agrieta, y puede soportar grandes paneles de vidrio, aumentando la luminosidad.
Estas ventanas vienen en una amplia gama de acabados y colores.
Su instalación es beneficiosa para el medio ambiente. El doble acristalamiento mejora la eficiencia energética, reduce la calefacción y disminuye la emisión de CO2.
Son más seguras ante incendios e intrusiones. El aluminio tiene puntos de fusión altos y es más resistente que otros materiales.